Wednesday, October 14, 2009

Comprando sabanas


Para las mujeres que trabajamos durante todo el día lograr tener una cama llena de gruesos almohadones y actractivos cubrecamas,son como el chocolate cuando estamos tristes, tentadora...pero no necesariamente imprescindible.
Cuando se trata de camas, el confort lujoso no esta en el aspecto, se encuentra en la sencillez bien estudiada.En la calidad y en la textura.
Hay que pensar que la ropa de cama está en contacto con nuestro cuerpo y nuestro rostro un minímo de ocho horas diarias, mas tiempo que la mayoría de la ropa que usamos ,por lo que debieran ser fibras naturales como el algodón, la seda o el lino.
Las sábanas más suaves y fuertes son hechas con un algodón de alta calidad y fibra larga como el egipcio ,aunque no por ser egipcios todos son número uno. Hay que impeccionar la tela , recuerde que debe ser suave pero no vellosa, con un ligero brillo y un tejido compacto.
Una cosa que se presta a confusión es la cantidad de hilos, muchas personas piensan que el número de hilos es sinónimo de calidad, y de durabilidad pero no siempre es así.No compre nunca un paquete cerrado. Toque la tela, compruebe que donde dice 400 hilos , no son contados dobles y en realidad son el equivalente de las mas baratas de solo 200.
¿Qué estamos buscando al elegir la ropa de cama? .El algodón natural es más confortable que las telas sintéticas pero.... aquí es donde debemos decidir entre confort o comodidad.¿Qué decidimos? ¿planchamos o nos acostamos sin descubrir el placer de lo natural?

Chocolate para el corazón




No todas las noticias son malas, a veces nos llegan noticias saludablemente agradables.
Hay dos nuevos estudios que nos dan luz verde para comer chocolate. Se ha descubierto que los polifenoles reducen el colesterol malo(LDL), así como la hipertensión y los coágulos dañinos... y los chocolates, sobre todo el oscuro, eleva los polifenoles de la sangre en casi un 20%. Saber que comiendo 100 gramos diarios de chocolate oscuro nos ayuda a bajar la presión arterial nos puede resultar relajante.
Hace poco en un experimento llevado a cabo en los Estados Unidos se encontró que en solo dos semanas, se lograba bajar la presión sistólica(el número de arriba) en cinco puntos y la diastólica (el número inferior) en dos puntos.
Recuerdo cuando yo era niña que en el colegio nos daban de merienda un trozo de chocolate amargo, el de rayar, con pan.Todavia lo encuentro delicioso, aunque ahora he descubierto muchas otras maneras de comerlo.
Tenemos que buscar una marca que no contenga grasas trans, ni sólidos lácteos. Buscar un chocolate puro con el que podamos hacer ricas bebidas o derretirlo para mojar las frutas...
Ahora podemos comernos un rico chocolante sabiendo que estamos ayudando a nuestro corazón.